El fin de semana del 27 al 29 de mayo supuso un conglomerado de actos cofrades que congregaron a no pocos madrileños en el Madrid de los Austrias.
El “triduo cofrade” comenzó al caer la tarde del viernes, cuando, rodeado de fieles con velas, abandonó la Real Colegiata de San Isidro el Arca con el cuerpo incorrupto de San Isidro Labrador. Hacía treinta y siete años que no se abría ni se exponía al culto, y así estuvo durante toda la semana con motivo del 500 aniversario de su Canonización. Ese histórico viernes la Real Congregación de San Isidro de Naturales de Madrid lo acompañó hasta la Santa Iglesia Catedral, a donde llegó pasadas las diez de la noche. En su procesión, recorrió las calles Toledo, San Justo, Sacramento, Mayor y Bailén sobre la carroza procesional de la Virgen del Carmen de Vallecas e iluminado por los guardabrisas del paso de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. Una vez dentro de la Catedral, con el Santo a los pies del altar mayor y del magnífico Crucificado de Juan de Mesa, se leyeron diversos pasajes relativos a los milagros del Labrador.
El sábado 28, tras una Solemne Eucaristía celebrada en la Catedral, el cuerpo de nuestro Patrón recorrió de nuevo su barrio para cruzar la Plaza Mayor y regresar, a mediodía, al templo de la calle Toledo. Allí, en un altar profusamente aderezado en la capilla de la Real Congregación, recibiría la visita de numerosos fieles y devotos hasta última hora de la tarde del domingo.
Pero los cultos a San Isidro no fueron la única cita cofrade del fin de semana. El domingo 29 el arzobispo castrense, D. Juan Antonio Aznárez, arzobispo castrense, bendijo la nueva talla de María Inmaculada Reina de los Ángeles, una magnífica imagen de Francisco Romero Zafra que se ha convertido en la Titular mariana de la Real Congregación del Cristo de los Alabarderos. Acabada la misa de bendición, que tuvo lugar en la Catedral de las Fuerzas Armadas, la imagen recorrió las calles de la feligresía, visitando la Colegiata de San Isidro y la iglesia de San Pedro El Viejo. En el cortejo figuraban numerosas autoridades militares como el Coronel Jefe de la Guardia Real, D. Juan Manuel Salom Herrera; el Jefe del Cuarto Militar de su Majestad el Rey, el General D. Emilio Juan Gracia Cirugeda; y el Hermano Mayor de la Congregación, el Teniente Coronel D. Luis Alfonso Choya. Tras la Virgen, la música corrió a cargo de la Banda de Música de la Guardia Real que interpretó piezas como “Mater Mea” de Ricardo Dorado, “Caridad del Guadalquivir” de Paco Lola y “Macarena” de Abel Moreno.
Julio Casanova Merinero