«El segundo Viernes de Dolores en pandemia.»
El pasado Viernes de Dolores tuvo lugar nuestra esperada Estación de Penitencia. Es bien sabida las circunstancias sanitarias en las que entonces nos encontrábamos, pero aun así, la Hermandad no cejó en hacer aquello para lo que fue creada, y realizar la Estación de Penitencia, este año de un modo especial.
Para que la fecha fuera especial en el calendario de los hermanos y para así intentar mantener la emoción de cada Viernes de Dolores, la Hermandad celebró ese día su función principal de Instituto, en donde, además, muchos nuevos hermanos juraron las reglas de la Hermandad y se les impuso la medalla. Destacó el gran número de jóvenes que se hicieron hermanos.
Una vez la función principal de Instituto finalizó, se procedió a realizar un Vía Matris por el templo con la imagen de María Santísima de la Misericordia. Se subió a nuestra titular a unas andas y, precedida por un cuerpo de acólitos, se fue trasladando a la imagen, mientras se cantaban cantos litúrgicos entre las estaciones.
Las andas las fueron llevando los costaleros de la hermandad, que cada año en la Estación de Penitencia sacan el paso por las calles de la feligresía.
Fue una ceremonia muy emotiva y con mucha afluencia de hermanos y feligreses que, por motivos de seguridad, no cupieron todos en el templo y llegó a haber un gran número de personas asistiendo a la celebración desde la plaza exterior a la parroquia.
Javier Peréz Castells