Estación de Penitencia 2010

“Una tradición renovada.”

Corría el frió invierno de Madrid y antes de pensar en procesiones hay que hablar de la Cruz, y no cualquiera, sino la Cruz que San Juan Pablo II entregó a los jóvenes allá en 1984 para la celebración de las Jornadas Mundiales de la Juventud. Pues con esa cruz se hizo un Vía Crucis por la feligresía de la parroquia, que fue el germen de la posterior procesión.


Ya inmersos en la Cuaresma y gracias al apoyo del párroco y posterior director espiritual de la incipiente Hermandad -José Manuel Horcajo- salió adelante la idea de una procesión con un Cristo crucificado que ya había salido anteriormente. Así tras preparar unas sencillas andas procesionales y la restauración del Cristo se presentó la semana de Pasión.


La hermandad poco poseía propio, las sencillas andas, y poco más, así se entronizó al Cristo en su paso. Fue exornado para la ocasión con iris y claveles y con unos candelabros sencillos a la altura del Cristo y otros dos cedidos por la Archicofradía de Jesús de Medinaceli, para la delantera del paso. La primera salida procesional, fue a modo de Vía Crucis, por la feligresía de la parroquia, como hizo la Cruz de los jóvenes. Fue sencilla y con el público normal de los barrios que hacían de la procesión y del Cristo algo propio, con una devoción que empezaba a florecer.

Sergio Úbeda Portugués.