Los cambios arquitectónicos en la parroquia San Ramón Nonato han sido una constante en los últimos cinco años. Sin duda una de las grandes obras que se llevaron a cabo en este periodo fue la reforma del altar, antes en madera y en el medio del crucero, con la que se ganó espacio y se dejó de nuevo al descubierto el anagrama JHS que da la bienvenida al pie de la escalinata. Más tarde se estrenarían las nuevas vidrieras, tres en total, relativas a la Anunciación (en la capilla del Carmen), el Bautismo del Señor (en el baptisterio) y Pentecostés (en la fachada principal).
Si en los últimos dos veranos se llevaron a cabo obras de mejora de la iluminación y la pintura del interior del templo, incluido, en 2016, el nuevo altar del Cristo del Perdón y María Santísima de la Misericordia, este año le ha tocado al retablo del altar mayor.
El nuevo retablo, en madera sobredorada y mármol, obra de los talleres de Artemartínez de la localidad de Horche (Guadalajara), ha venido a completar y ensalzar más si cabe el conjunto del Calvario cuyas imágenes secundarias de la Virgen y San Juan llegaron a la parroquia el 10 de abril de 2015 (Viernes de Dolores).
Este nuevo retablo, junto con los arreglos de años pasados, logran dotarle a nuestra parroquia, con más de cien años de historia, de la personalidad y suntuosidad que merece el segundo templo más antiguo de Vallecas.