La fiesta del Cristo del Perdón
El domingo por la noche concluía el Besapié al Santísimo Cristo del Perdón. A lo largo del pasado fin de semana no fueron pocas las personas que se acercaron a Él, que subieron la escalera del altar mayor para contemplarle más cerca que nunca. Parece que fue ayer y sin embargo ya han pasado ocho años de la primera vez que la Hermandad comenzó a celebrar el 14 de septiembre de una manera especial. Por entonces la talla del Cristo era otra, la antigua, pero lo que no ha cambiado es el amor de la gente de San Ramón a su Cristo.
“Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre”. Estas palabras de San Pablo a los Filipenses que leíamos el día de la Exaltación resonaron en los muros de la parroquia a lo largo de todo el fin de semana, con cada beso en los pies del Señor, cada oración o cada gota de cera derramada cual lágrima de su Madre de la Misericordia que a diario nos recibe al entrar en el templo.
Fueron muchos los fieles que se dieron cita el sábado a las ocho para participar en la Misa Solemne, presidida por el párroco, D. José Manuel Horcajo, entre ellos las representaciones de la Real Esclavitud de Santa María la Real de la Almudena, la Archicofradía de Jesús de Medinaceli, las hermandades de Nuestra Señora del Pilar, El Carmen y el Rocío de La Estrella y de Móstoles. En el transcurso de la celebración recibieron la medalla de la Hermandad tres de los nuevos hermanos. Al término de la Eucaristía los fieles pudieron acercarse a venerar la Imagen, quedando expuesto el Santísimo Sacramento hasta la medianoche. El domingo 15 por la noche el Cristo fue de nuevo entronizado en su altar.
