Puente del Perdón

Es tiempo de Cuaresma, de conversión, de preparación, de arrepentimiento y cambio, de reflexión. Es tiempo, o para los músicos: tempo. La Cuaresma podemos describirla en tres tiempos y yo me quedo con el último: Ayuno, limosna y oración.

A mí me ha tocado en suerte ser portavoz y haber creado la siguiente oración o rezo en forma de marcha de procesión para vuestros benditos Titulares. Gracias a D. Julio Casanova por esta fantástica idea y hacer posible que todos podamos vivir este momento único y maravilloso en tu hermosa Hermandad.

Sin lugar a dudas, solo basta contemplar vuestras hermosas imágenes para llevarnos a la reflexión, para transportarnos hacia un lugar de paz, a través de lo más terrible: sufrimiento, y el dolor. De eso trata: “Puente del Perdón”. Los siete dolores de la Virgen a largo de esta obra representados cada uno de ellos con un golpe de campana. Esa fue mi fuente de inspiración, y precisamente en momentos que tuve cerca a mi madre.

Comienza la Marcha con los dos primeros Dolores: “La profecía de Simeón” quien bendijo y dijo a María, su madre: “Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y como signo de contradicción. ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!… Y el segundo “La huída” pues el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga”. Suenan timbales que marcan el rumbo y un pequeño tema que marca el paso del paso del tiempo, siendo repetido por varias voces constantemente. Destacando también un motivo al que hago referencia y lo tomo como alusión a un hijo, a una “Alma Nuestra”.

El tercer dolor “el niño perdido” se queda en un total vacío, completamente sólo, y el siguiente “Camino al Calvario” nos lleva a un Adagio donde con resignación y mucha dulzura podemos imaginar a María diciendo según está escrito: «Vosotros que pasáis por el camino, mirad, fijaos bien si hay dolor parecido…» Ésta sección es la más desarrollada en la obra, puesto que todos los cristianos compartimos con la Virgen el dolor que paso su hijo en la Pasión hasta su siguiente dolor e iconografía de su paso de misterio: “Stábat Mater”. Jesús Muere en la Cruz, de nuevo, se hace el silencio y después, suena la campana. Es el Sexto Dolor: “María recibe el Cuerpo de Jesús al ser bajado de la Cruz”. Escuchamos el sólo de trompeta, escuchamos a una madre dolorosa que su pena le ahoga, y también le llena de Misericordia. Esta melodía es repetida en un tutti, pues todos compartimos y sentimos el dolor de María la Virgen. Como coda final nos queda una última recapitulación a modo de recuerdo de los primeros motivos que evocan a nuestros hijos, nuestras Almas y el séptimo y último dolor de nuestra Madre: “Jesús es colocado en el Sepulcro” Dolor que nos deja de nuevo en el vacío para llevarnos a una reflexión. El dolor de una madre que nos enseña que eligió su hijo para nuestra salvación: El “Puente del Perdón”

Miguel Ángel Font.

Compositor de la marcha: «Puente del Perdón».

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